OBRA DE G.F.Händel
La primera antífona de su oficio, tomada de la leyenda de su martirio, dice: Cantantibus organis Cecilia Domino decantabat dicens: Fiat cor meum immaculatum ut non confundar. Es decir, Sonando los tubos, cantaba Cecilia a Dios, diciendo: Que mi corazón permanezca inmaculado, para que no quede confundida. La palabra que llevó a la confusión es Organis, los tubos: la santa padeció el martirio al ser encerrada en una terma, para que se quemase.
En las termas, el calor era conducido por tubos o por conductos que se encontraban bajo el suelo. Sin embargo, una traducción deficiente interpretó que se trataba de instrumentos musicales, que acompañarían el canto de la santa.
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