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miércoles, 1 de octubre de 2014

MEZQUITA DE SANTA SOFIA DE ESTAMBUL

SANTA SOFIA




 Santa Sofía o, como la llaman los turcos, Ayasofya, es el símbolo de Estambul.

 Fue construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537 y es una de las obras maestras del arte bizantino.

 Entre 1204 y 1261, Santa Sofía fue la iglesia del Papa. En 1453 fue tomada por el Imperio Otomano y convertida en mezquita.


La iglesia de Santa Sofía no estuvo exenta de saqueos, siendo el punto focal de los invasores, quienes pensaban que contendría los tesoros más importantes de la ciudad.16 Poco después de que las defensas de la ciudad se derrumbaran, los saqueadores se dirigieron a la iglesia de Santa Sofía derribando sus puertas.17 A lo largo del asedio, en la iglesia se estuvo celebrando la santa liturgia y la liturgia de las horas, siendo el templo un refugio para muchos ciudadanos incapaces de contribuir en la defensa de la ciudad.18 19 Atrapados en la iglesia, feligreses y refugiados se convirtieron en parte del botín a repartir entre los invasores. El edificio fue profanado y saqueado, y sus ocupantes esclavizados o asesinados;16 los ancianos y los enfermos fueron asesinados, y el resto encadenados.17 Los sacerdotes continuaron llevando a cabo los ritos cristianos hasta que fueron detenidos por los invasores.
el sultán Mehmed II ordenó la limpieza de la iglesia y su conversión. Asistió a la primera oración del viernes en la mezquita el 1 de junio de 1453.23 Santa Sofía se convirtió en la primera mezquita imperial de Estambul.


  Los otomanos dotaron a la iglesia de cuatro minaretes, una escuela teológica y un comedor público.

En el siglo XVI el sultán Solimán el Magnífico (1520-1566) trajo dos colosales candelabros de la conquista de Hungría. Ellos se colocaron a ambos lados de la mihrab.



  En 1935, Atatürk transformó el templo en un museo.

EXTERIOR

Situada en el punto más alto de Estambul, Santa Sofía define la panorámica de la ciudad.

 Sus cuatro minaretes y su cúpula de más de 30 metros de diámetro son la imagen más característica de la metrópolis turca.
INTERIOR

  El interior de Santa Sofía es sobrecogedor: las dimensiones de la sala principal (70 por 74 metros), la iluminación difusa, los enormes medallones decorativos y las columnas monolíticas te dejarán con la boca abierta.



 En la segunda planta de la basílica se pueden encontrar diversos mosaicos de gran interés histórico. El mosaico más destacado muestra al emperador Constantino y a la emperatriz Zoe adorando a Cristo.

 Además de mosaicos, en la segunda planta también se encuentra la tumba de Enrique Dándolo, duque veneciano que murió en Constantinopla en 1205. Consejos Además de tratar de llegar cuanto antes (se forman grandes colas para entrar), no os perdáis las vistas de la Mezquita Azul desde las ventanas de la segunda planta.



Fuente (Şadırvan) para rituales de purificación

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