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martes, 20 de noviembre de 2018
JESÚS Y ZAQUEO
Icono bizantino
Un día, cuando Jesús de Nazareth fue a predicar la palabra de Dios, lo hizo en una ciudad llamada Jericó donde vivía un hombre de estatura pequeña llamado Zaqueo,
Éste hombre muy pequeño era cobrador de impuestos y bastante conocido en la ciudad, pero estafando a muchas personas se hizo un hombre muy rico.
Pero aún así un día, Zaqueo quería ver a Jesús predicar, se hablaba mucho de los milagros de Jesús y de lo especial que era con las personas, seguramente estaba tan interesado como las demás personas en oír su palabra, pero entre tanta multitud no podía hacerlo a causa de su tamaño.
Jesús llego al lugar a predicar y Zaqueo entre la multitud no podía ver a Jesús, porque las personas que eran más altas no se daban cuenta que le impedían hacerlo.
Entonces Zaqueo que estaba muy triste se dio cuenta que cerca había un árbol. Entonces rápidamente, se subió y agarrado de una rama se sentó a esperar y escuchar a Jesús.
Cuando Jesús pasó, lo vio y le dijo:
-Hey, Zaqueo!! baja, que hoy me toca ir a tu casa, y continuó su camino.
Zaqueo al ver que Jesús lo llamo por su nombre hizo que bajara de un salto, tan contento y sorprendido a la vez que no podía contener tanta emoción. Sin embargo la gente estaba sorprendida y murmuraban como Jesús podía ir a la casa de tremendo ladrón, pero Jesús sabía lo que hacía por eso eligió la casa de Zaqueo. Cuando llegaron Zaqueo le confiesa a Jesús su arrepentimiento y le dice que devolvería su dinero 4 veces mas a toda la gente que le había cobrado demás. Jesús muy feliz de ver su sinceridad, lo perdono y le dijo:
-“A partir de ahora la salvación ha llegado a este hogar”
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