Catedral de Granada
En la actualidad, el facistol —gran atril donde se colocan los libros corales— está emplazado en la capilla mayor justo detrás del altar; este elemento del mobiliario litúrgico permitía a los miembros del coro interpretar las composiciones musicales propias de las celebraciones.
El 9 de abril de 1652, el cabildo catedralicio acuerda la fábrica del facistol encargando a Alonso Cano su diseño y la dirección de la obra siendo dos maestros carpinteros —Blas Rodríguez y Juan (¿o Gaspar?) Marín— sus ejecutores e interviniendo como maestro cantero Diego de Cárdenas.
La traza del facistol consta de cuatro piezas: pedestal, peana, atril y tabernáculo; todas ellas están unidas mediante un vástago interior en el que encajan cabalmente. Los materiales aplicados para su construcción son madera de caoba, mármol verde de serpentina, hierro y bronce dorado. Al predominar la sencillez de líneas y de formas, constructivas y ornamentales, destacan en este facistol su elegancia y sobriedad. Un mueble austero, fuerte y puro, acorde con el estilo desornamentado que tuvo su auge en la Contrarreforma.
En la anteriormente estuvo en el centro de coro renacentista dispuesto entre los dos órganos
Catedral de Sevilla
En el centro del coro de la Catedral de Sevilla hay un mueble litúrgico que ha perdido ya prácticamente su finalidad: sostener los grandes libros corales que se empleaban para el canto de las horas litúrgicas. Pero no deja de ser una obra de arte de altísima calidad.
Este magnífico mueble litúrgico está coronado por un templete, en cuya cúspide hay una imagen de Cristo Crucificado rodeado de los cuatro Evangelistas. Estas imágenes están sobre un pequeño baldaquino de cuatro columnas, y dentro de él se encuentra una bellísima imagen de la Virgen con el Niño.
De aquí caen cuatro paños inclinados donde colocar los grandes libros miniados para el canto de las horas litúrgicas, y más abajo un basamento de columnas, todo ello decorado con motivos geométricos y pequeñas figuras.
Este gran facistol fue realizado por Juan Bautista Vázquez el Viejo (activo entre 1557 y 1583), que trabajó en varias obras de la Catedral de Sevilla. Su realización se fecha en 1565.
La imagen de la Virgen, casi en miniatura, es de una dulzura extraordinaria. Junta su rostro cariñosamente al del Niño, mientras éste sostiene una cruz con sus pequeñas manos. Esta ternura de la imagen es compatible con una serena esbeltez, que se refleja en los paños tallados magistralmente.
Facistol en el coro de San Simpliciano en Milán
Facistol de Baeza
Catedral de Segovia
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