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lunes, 10 de agosto de 2015
LADOS DEL PRESBITERIO
Los dos lados del presbiterio,
La liturgia exige determinadas lecturas, para las que se reservan los dos lados del presbiterio, que dan nombre a los dos lados de toda la iglesia
Lado del Evangelio
El lado del evangelio es una zona de las iglesias cristianas occidentales. En ese lugar se leían los evangelios en la liturgia.
De cara al altar mayor, se encuentra en el lado izquierdo.
Lado de la Epistola
El lado opuesto es el lado de la epístola, donde se leían las epístolas (cartas) canónicas en la liturgia. De cara al altar mayor, el lado de la epístola se encuentra en el lado derecho.
LUGAR DE LAS LECTURAS
El Ambón
Es la parte de los templos católicos y ortodoxos desde el que se proclama la lectura de la Biblia en la misa y otras ceremonias.
Puede tener forma de atril, podio o púlpito.
Se recomienda que sea fijo y que aquellas partes de la misa que no son lecturas de la Palabra, sean dichas desde otro lugar.
En algunas iglesias, siguiendo la antigua costumbre, existen dos ambones: el de la derecha (mirando hacia el altar) se usa para las lecturas y el salmo responsorial, mientras que el de la izquierda se usa para el Evangelio.
El ambón tiene sus orígenes junto con el cristianismo mismo y aparece en toda clase de iconos ortodoxos, inclusive en representaciones de la Exaltación de la Cruz ocurrida en el 335.
El Púlpito
Púlpito, palabra proveniente del Latín pulpitum (tribuna),1 es la plataforma elevada en las iglesias desde la que se predica.
Se sitúan próximos al altar, generalmente adosados a uno de los soportes de la nave principal del templo. Actualmente se usan poco, pues las normas litúrgicas vigentes recomiendan que la homilía, como parte integrante de la misa, se diga desde el presbiterio, junto al altar.
Los púlpitos se utilizaron en las primitivas iglesias o basílicas, donde eran una variante de los ambones, la destinada a la lectura de los salmos.
Se disponían a la entrada del coro a manera de tribuna rectangular sobre una plataforma de poca elevación, a la cual se subía por gradas laterales y en ellos se cantaban la epístola y el Evangelio en las misas solemnes y se anunciaban al pueblo las fiestas.
Los ambones continuaron con mayor o menor amplitud y elevación hasta el siglo xiv, en que se fue adoptando el actual sistema de púlpitos, los cuales en la época gótica y en el periodo plateresco tienden más a la forma hexagonal, adornándose en todas las épocas con elementos propios del estilo en curso.
También se solían colocar en los refectorios de los conventos.
La mayoría de púlpitos constan de varias partes:
- la «escalera», situada alrededor del pilar que sostiene el púlpito o abierta en el mismo o en el muro adyacente;
-el «sostén», que puede estar en voladizo o reposando sobre el pavimento; la «tribuna», que se divide en «plataforma» —sobre la que se coloca el oficiante— y «antepecho» o «pretil», parapeto que cierra la parte inferior del púlpito;
-el «atril», soporte para colocar los libros o lecturas;
- y el «tornavoz», dosel que cubre el púlpito en su parte superior y que favorece la transmisión del sonido
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