LOS COMIENZOS DE LA VIDA PUBLICA COINCIDEN CON LAS PREDICACIONES DE JUAN EL BAUTISTA EN EL DESIERTO
Juan vivía en el desierto por muchos años. Usaba ropa hecha de pelo de camello, y comía miel y langostas.
Le gente venía de las ciudades para escuchar sus enseñanzas. Se le conocía como Juan el Bautista.

Juan Evangelista describe a Juan el Bautista como "un hombre enviado por Dios" que "no era la luz" pero que "vino como testigo para dar testimonio de la luz, de manera que a través de él todos creyeran" (Juan 1:6-8). Juan Bautista negaba claramente ser el Cristo, Elías o "el profeta", y en lugar de eso se definía a sí mismo como "la voz que clama en el desierto".
Juan el Bautista, predicaba en el desierto la conversión y bautizando en el Jordán a las multitudes que acudían a él y confesaban sus pecados.
BAUTISMO DE JESÚS
Al dejar Nazaret se dirige al rio Jordán
Por aquellos días había aparecido Juan el Bautista, predicando en el desierto la conversión y bautizando en el Jordán a las multitudes que acudían a él y confesaban sus pecados.
Entonces se presentó también Jesús, que venía de Nazaret (en Galilea) para ser bautizado por Juan. Pero éste intentaba disuadirlo diciéndole:
«Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?»
Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere».
Entonces Juan se lo permitió.

Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto, en quien me complazco».