Pintado para un monasterio franciscano desconocido.
terminando en la Capilla de Esteva de las Delicias, La Bañeza (León); Ignacio Martínez lo vendió al Museo en 1932.
Retablo formado por nueve grandes tablas, más las dieciocho que componen el banco (o predela).
Calle central
La Virgen aparece como figura central, entronizada en un trono gótico cuyo respaldo son la capilla mayor, la girola y las vidrieras.
A su lado hay ángeles músicos realizados en perspectiva inversa, con alas de colores en forma de ala de pájaro. Los ángeles se ciñen con el cordón franciscano.
Todas están enmarcadas con tracerías góticas conopiales. Estilísticamente las tablas responden al llamado Gótico Internacional, combinando el gusto italiano por la claridad de la narración con la atracción nórdica por los detalles naturalistas. La concepción de este retablo responde al interés por la representación de la realizad que se inició con el Gótico.
Cristo niño lleva al cuello un coral, que en época medieval era un amuleto contra el mal de ojo, lo que indica el carácter supersticioso del artista y la permisividad del clero leonés en éste tema.
En la calle izquierda
La historia de San Francisco entre las que destaca la visita al Papa y la estigmatización.
En la calle de la derecha
En la zona de la Epístola el nacimiento de Cristo, algunas de ellas con detalles propios de los Evangelios Apócrifos.
Banco o predera
18 tablas
Estilísticamente las tablas responden al llamado Gótico Internacional, combinando el gusto italiano por la claridad de la narración con la atracción nórdica por los detalles naturalistas.
La concepción de este retablo responde al interés por la representación de la realizad que se inició con el Gótico.
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