AMITO
El amito es el paño blanco, cuadrangular, con que el sacerdote envuelve su cuello.
Tiene una crucecita en la parte superior, la cual besa antes de colocárselo sobre la cabeza, luego lo desliza sobre el cuello y finalmente lo ata por delante con las cintas que tiene en sus extremidades.
(Medidas aproximadas: 80 a 90 cm. de largo por 60 o 70 cm. de ancho)
ALBA
El alba es uno de los ornamentos religiosos más usados por nuestros sacerdotes, párrocos y monaguillos. El alba es una túnica talar religiosa, es decir, que llega hasta los talones.
Las albas sacerdotales suelen ser blancas y con mangas largas. Las albas para sacerdote son generalmente muy anchas y sirven para que el párroco cubre todo el cuerpo. Las albas de los monaguillos, conocidas como túnicas de monaguillos, suelen ser blancas o rojas.
El alba es un ornamento litúrgico que suele ser usado tanto por sacerdotes, diáconos y monaguillos para realizar las celebraciones eucarísticas. El alba puede ser vestida con cíngulo a la cintura y con ámito.
El alba sacerdotal simboliza la auto negación y la castidad que corresponde a un sacerdote. Además, este ornamento litúrgico, recuerda al sacerdote que debe hacer buenas obras a lo largo de toda su vida.
Hoy en día, mientras el se coloca el alba, el sacerdote reza la siguiente oración: “Purifícame, señor, y limpia mi corazón, para que purificado con la sangre del cordero, pueda disfrutar de los goces eternos”.
Las primeras albas eran de lana, como lo habían sido las túnicas romanas. Más tarde, hacia el s.IX se generalizó el uso del lino.
En el siglo XII, el alba litúrgica era la vestimenta que todos los clérigos usaban cuando ejercían sus funciones religiosas.
El uso del alba ha evolucionado con los años. Actualmente es una prenda que los párrocos emplean casi en exclusiva la oficiar la Misa. Su uso se ha extendido a todas las celebraciones a lo largo del Año Litúrgico: Adviento, Navidad, Semana Santa, etc...
Desde el s.XVI el alba fue decorada con puntillas (las cuales asumen, a veces, dimensiones exageradas).
CÍNGULO
Es el cordón que sirve para ceñir el alba, remata en borlas o flecos. Puede estar confeccionado de distintos materiales y puede ser blanco o del color litúrgico del día.
Usado por los obispos, presbíteros, Diaconos demás ministros en la Misa y otras acciones litúrgicas que requieren uso de alba.
Simboliza la castidad que los sacerdotes deben conservar, y también recuerda el látigo con que flagelaron a Jesús.
El cíngulo trae su origen del cintum o cingulum romano y ha tomado desde el principio la forma de cordón o de faja. En este último caso ha recibido también el nombre de zona y se ha llevado como cinto uniforme o como faja que se liga con cintas y de la cual penden amplios y largos flecos. Para su confección han servido y sirven aún el lino, cáñamo, la lana y la seda con hilos de oro de diferentes colores.
EL MANÍPULO
Ornamento en forma de pañuelo o estola pequeña, que es usado en la liturgia romana sujeto al antebrazo izquierdo sobre la manga del alba.
En principio, el manípulo sirvió como pañuelo de mano y de ceremonia, pero desde el siglo IX pasó a ser un puro ornamento de los ministros consagrados, que se lleva pendiente del brazo izquierdo. Su origen parece hallarse en los pañuelos de etiqueta que ostentaban los romanos en la mappa o pañuelo de ceremonia que llevaban los cónsules al presidir los juegos públicos para lanzarlo al medio como señal de su comienzo.
Lleva tres cruces: una obligatoria, en el centro y dos en las extremidades.
Solo se usa en la Misa.
Tras las reformas litúrgicas impulsadas por el Concilio Vaticano II, el uso de manípulo cayó en desuso en la forma ordinaria de los ritos latinos, debido a que la Instrucción General del Misal Romano no contenía información sobre este ornamento, aunque no se prohíbe su uso
Sin embargo, en virtud del Motu Proprio Summorum Pontificum, del Papa Benedicto XVI, que regula la liturgia de los ritos latinos en la forma extraordinaria, nombrada popularmente como "Misa Tridentina", el manípulo ha vuelto a ser un objeto litúrgico en uso. Sin embargo, en Chile, el Manípulo se usa en las Procesiones del Sagrado Corazón, principalmente la celebrada en Santiago, el último domingo de junio, en forma única y exclusiva.
ESTOLA
La estola es un elemento litúrgico de la indumentaria del cristianismo.
La estola es una prenda de tela que se pone el sacerdote alrededor del cuello para las celebraciones litúrgicas y es el signo de Jesús.
Es portada por los diáconos, presbíteros y obispos en las celebraciones religiosas.
Toma la forma de larga tira de tela, llevándola el primero a modo de banda y el segundo, pendiente del cuello. Es equivalente por su forma a un largo manípulo y en su material de fabricación se equipara al planeta o casulla desde el siglo IX aunque no de forma invariable hasta dos siglos más tarde.
Es la banda longitudinal de seda, del mismo color que la casulla, y que el sacerdote coloca alrededor de su cuello, cruzándola sobre el pecho y ajustándola con el cíngulo.
Como decoración lo único que se exige es una crucecita en el medio ( y que al colocársela queda a la altura del cuello), que el sacerdote besa antes de ponérsela.
La usan los obispos y presbíteros, colgando del cuello hacia delante; y los diáconos, desde un hombro hasta la cintura atravesando en diagonal la espalda y el pecho.
Es símbolo de los poderes sagrados que reciben el clérigo, como pastor que lleva a sus ovejas sobre sus hombros, como maestro que enseña a sus discípulos; como guía que conduce a las almas hacia la vida eterna.
Esta es la oración que reza el clérigo al ponerse la estola:
Devuélveme, Señor, la túnica de la inmortalidad, que perdí por el pecado de los primeros padres; y, aunque me acerco a tus sagrados misterios indignamente, haz que merezca, no obstante, el gozo eterno.
Su color debe atenerse a las normas establecidas, según el carácter litúrgico del acto celebrado.
CASULLAS
Es la vestidura de color más amplia, que cuelga de los hombros, por delante y por detrás, a modo de escapulario.
La casulla deriva de la pénula greco-romana, vestido utilizado por la clase senatorial romana a principios del siglo IV, que consistía en un vasto manto de lana, de forma redonda o cónica, con una abertura en el centro para pasar la cabeza y que con frecuencia también tenía una capucha. Hasta el siglo IX era la vestidura litúrgica común de los clérigos, época en la que comienza a prevalecer el uso de la dalmática para los diáconos y la tunicela para los subdiáconos.
Con el fin de reducir el peso de la vestidura y facilitar el movimiento de los brazos del sacerdote, se empieza a recortar los lados de la vestidura para devenir primero elíptica y luego rectangular.
A partir del siglo XVI se empiezan a utilizar tejidos y ornamentos cada vez más pesados, lo que llevó, finalmente a las casullas rectangulares, comúnmente llamadas en "guitarrón".
Esta evolución en las formas se manifestó con ligeras divergencias entre los distintos países europeos, lo que hace posible definir el lugar de origen de una casulla antigua.
Con el tiempo lesias históricas y cuando la riqueza de la vestidura lo merita.
Sus colores pueden varias según las diferentes fiestas.
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