27 AÑOS DANDO CLASES DE RELIGIÓN

UN CAMINO NUEVO SE ABRE EN MI VIDA DESPUÉS DE 27 AÑOS COMO PROFESORA DE RELIGIÓN



DE MIS MAESTROS HE APRENDIDO MUCHO.

DE MIS AMIGOS MÁS QUE DE MIS MAESTROS

PERO DE MIS ALUMNOS HE APRENDIDO MÁS QUE DE TODOS







lunes, 29 de mayo de 2017

EL CIEGO DE JERICÓ

Texto del Evangelio (Mc 10,46-52): En aquel tiempo, cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!». Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».





Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle». Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama». Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.



Nicolas Paussin
   Todos somos Bartimeo, vemos, pero estamos ciegos y no vemos al hernano que está junto a nosotros y nos necesita.

catequesis_La_curacion_del_ciego_El_Greco_Dresde
El Greco


Nosotros no tenemos que esperar a que Jesús pase a nuestro lado, sabemos que se quedó en la Eucaristía muy cerca de nosotros. Podemos gritarle como Bartimeo: Señor, ten compasión de mí.



Cristo curando al ciego, de Eustache Le Sueur (1617-1655).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...