CAMPANILE
Es una torre campanario, propia de Italia, con forma cuadrada o redonda, por lo general perforado con arcadas en varios niveles, localizado junto a una iglesia o un palacio público (en este caso, se habla de torre cívica), que alberga una o más campanas.
En español se suele traducir como campanario o campanil, aunque el campanile, usado en italiano, responde a un tipo más concreto, a una torre campanario aislada separada del edificio principal, un tipo arquitectónico de origen italiano muy usado en la época renacentista y muy poco extendido en otros lugares.
El campanile era construido como una parte integral, no como parte de la iglesia o catedral. Durante el Renacimiento, los campaniles se convierten en objeto de rivalidad entre las ciudades italianas y su construcción era a menudo confiada a grandes artistas.
ORIGEN DEL NOMBRE
La Campania, región del sur de Italia, era famosa en los primeros siglos de la era cristiana por sus actividades metalúrgicas y en particular, por la fabricación de campanas y cencerros destinados a los rebaños o a los eventos públicos, tales como las asambleas o las ventas en subasta.
Los primeros monasterios retomaron este uso para advertir a los monjes de diversas oraciones y el uso de las campanas se asoció poco a poco a los servicios religiosos. Las iglesias dispusieron gradualmente de campanarios o campaniles separados para la instalación de las campanas, cada vez más grandes.
La tradición atribuye a san Paulino, obispo de Nola (en el siglo V), la paternidad del uso de las campanas como reclamo para las reuniones, pero se remonta a 561 el primer informe de Gregorio de Tours que atestigua el uso de una campana colocada en un torreta especial para llamar a los fieles. Esta construcción se difundió rápidamente a partir del siglo VIII cuando el papa Esteban II ordenó la construcción de una torre campanario con tres campanas en la Basílica de San Pedro.
Con el fin de señalar las funciones religiosos se añaden a continuación, sobre todo con la difusión de los relojes mecánicos, para marcar el paso del tiempo con el tañido de las campanas. Con el auge de los municipios nacieron los primeros "campaniles" no relacionados con las actividades de culto, cuando se dotaron de campanas las torres de los palacios comunales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario