SAGRARIO O TABERNACULO
Sagrario o tabernáculo, son dos conceptos afines y que en muchas ocasiones se toman el uno por el otro, significando la misma cosa: “lugar destinado a la reserva de la Eucaristía”.
El origen del sagrario, es tan antiguo como el mismo cristianismo, ya que es lógico que se remonte a los tiempos apostólicos la exigencia de tener reservado el Cuerpo del Señor para llevarlo a enfermos y moribundos, o para los ausentes, en las iglesias y lugares de culto, que al principio estaban en casas particulares; así lo atestiguan, entre otros, S. Justino, Tertuliano, S. Cipriano, S. Hipólito, etcétera.
UN POCO DE HISTORIA
Al principio de pequeñas dimensiones: arquetas y píxides (vasos, receptáculos), que se ponían en pequeños armarios especiales para ello, hasta que en el s. IX alcanzaron notables dimensiones.
Prixides
A partir del s. XI podemos encontrar los siguientes tipos de custodia del Santísimo Sacramento:
a) Conditorium o primer tipo de Sagrario:
armario en el que se encerraba el cofrecito eucarístico, colocado no sólo en los templos, sino en casas particulares.
Del mausoleu de Gala Placida
b) El propitiatorium:
cajita de madera colocada sobre la parte posterior del altar y en la que se guardaba la píxide, precursor de los modernos sagrarios; era movible y de pequeñas dimensiones.
c) Secretarium:
En muchas iglesias se seguía la práctica de conservar la Sagrario Eucaristía en la sacristía, como sucedía en Milán en el s. XII, en un armario especial, que, generalmente, se convirtió después en armario para los Santos óleos, al trasladarse la Eucaristía a la iglesia.
d) La paloma eucarística:
A partir del s. XI, se utiliza para la custodia de la
Paloma Eucarística
Sagrada Eucaristía;
corrientemente se suspendía del techo del baldaquín y podían subirse y bajarse para hacer práctico su uso.
La paloma eucarística, labrada en metal o plata, estaba colocada sobre un disco o base, unido por cadenillas a una cúpula de la que colgaba una cortina o tabernáculo a guisa de conopeo y que la cubría en su mayor parte.
e) Tabernáculos murales:
pequeñas habitaciones o armarios empotrados en la pared del altar, con puerta y cerradura, donde se colocaba la píxide con el Sacramento.
En su mayor parte, son sagrarios monumentales, con gran acompañamiento de adornos arquitectónicos, sobre todo góticos y renacentistas de los s. XII, XIV y XV, que enmarcaban majestuosamente la portezuela del tabernáculo.
Los edículos del Sacramento:
que aparecieron a finales del s. XIV y se mantuvieron hasta el s. XVIII, fueron unas construcciones monumentales muy altas, en forma de torre o de aguja gótica erigidas junto al altar.
Se colocaba en ellos, en un vaso transparente, el Santísimo Sacramento, quedando visible a través de una rejilla, cerrada con llave para más seguridad. Permitían una especie de exposición permanente del Santísimo Sacramento. Se desarrollaron sobre todo en Alemania, Francia y Países Bajos.
g) Sagrarios de altar:
que se utilizaban ya desde el s. VIII y cuyo uso se
Sagrario de Altar
generalizó a partir del s. XVI.
Se colocaron sobre la mesa del sacrificio, conservando unas dimensiones proporcionadas a las del altar y se enriquecieron artísticamente.
Es el tipo de sagrario que se usa actualmente, impuesto de forma obligatoria a partir del Decreto del 21 ag. 1863.
El Código de Derecho Canónico establece, además, que ” debe estar reservada en la iglesia catedral o equiparada a ella, en todas las iglesias parroquiales y en la iglesia u oratorio anejo a la casa de un instituto religioso o sociedad de vida apostólica” (can. 934, §1, 1), prohibiendo taxativamente el que las personas conserven la Santa Eucaristía en sus casas (can. 935).
NORMAS LITÚRGICAS
“El lugar de la Iglesia o del oratorio en que está reservada la Eucaristía en el Sagrario debe ser verdaderamente destacado.
Conviene además que sea adecuado para la oración privada, de manera que los fieles con facilidad y provecho veneren al Señor en el Santísimo Sacramento con culto privado”
Capilla del Santísimo de San Nicolás de Burgos
“El sagrario en el que se reserva la santísima Eucaristía ha de estar colocado en una parte de la iglesia u oratorio verdaderamente noble, destacada, convenientemente adornada y apropiada para la oración…”
Estas normas, así como las de la obligación de señalar la presencia de la Sagrada Eucaristía cubriendo el sagrario con un velo o conopeo -blanco o del color litúrgico del día-, y una lámpara de aceite o cera -que debe arder continuamente-, el sumo cuidado (diligentissime) con que debe guardarse la llave del sagrario, etc., siguen vigentes a tenor de lo dispuesto por la Sagrada Congregación del Culto Divino, en el Decreto del 23 jun. 1973 sobre la Sagrada
Comunión y el Culto Eucarístico fuera de la Misa, en la que se recogen también las normas de la Instr. Eucharisticum Mysterium del 25 mayo 1967.
Respecto a la forma y estilo, ha de cuidarse que esté en armonía con el resto del altar. Debe estar construido con materiales resistentes y la madera sólo se puede utilizar, en todo caso, para el revestimiento exterior. Es necesario que tenga una sola abertura y el interior debe ser dorado o, al menos, cubierto de seda blanca; dentro no puede haber iluminación artificial.
No debe servir de base a imágenes, reliquias, etc., aunque puede estar rematado por una pequeña cruz. La llave debe ser de oro o plata o, si es de otro metal, debe estar plateada o dorada
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